El pasado domingo corrió la sangre en Barcelona. Fue la de un valiente recortador, no la de un toro bravo. Por eso se permitió el acceso de los niños a la Monumental. ¿Acaso el hipotético sufrimiento de un animal (ni siquiera está demostrado que el toro sufra) puede provocar más daño psicológico que el sufrimiento real de un humano? Si es así, estamos perdiendo los papeles...
El festejo de recortes fue anunciado como espectáculo incruento: "sin sangre", rezaba la publicidad del evento. La novedad no era tal, puesto que con anterioridad ya se había promocionado en la ciudad condal ese tipo de festejos con ese tipo de reclamos. Pero como aún está candente el asunto de la prohibición catalana, los medios pronto se hicieron eco de la celebración de un espectáculo aparentemente no sangriento.
Y digo aparentemente porque uno de los toros pegó un cornalón de caballo a Ismael Cárdenas, participante en el concurso de recortes. Treinta y cinco centímetros de glúteo abierto, con daños en el recto y en la uretra. Con eso no contaba nadie cuando, de forma excepcional (en Cataluña está prohibido desde hace algunos años), se dio entrada libre a los más pequeños.
Si lamentable es cercenar el derecho de los jóvenes a disfrutar de un espectáculo único y legal, más lamentable aún es alterar la jerarquía de valores o negar la realidad de la Fiesta, en la que sí, hay sangre, sangre de la que nadie disfruta, pero sangre que es inherente a la tauromaquia y que sirve para dotar a esta expresión artística de una verdad y pureza únicas.
2 comentarios:
Antonio no es por nada, pero deberías de mencionar en un post, la muerte de una mujer corneada por la embestida de un toro en un encierro en Arganda del Rey, en la provincia de Madrid, ya que ha salido en todos los medios de comunicación, como también en la prensa, y es un hecho cruel que pasa en los festejos taurinos. Y creo que se merece su respeto, como también la de esta persona que ya no está ante nosotros, ya que en otros post has puesto hechos que han pasado en toda españa,como también cuando un toro embestió a ese gubernativo en nuestra localidad.
Un saludo Antonio.
Llevas razón anónimo, el otro día una mujer de 48 años de edad murió en el acto de la cornada que fue en el cuello, en Arganda del Rey, también te informo que a otro día posterior al de la muerte de esta mujer, también fue corneado en Arganda un hombre de 38 años con pronóstico muy grave.
Lo que sí es cierto y verdad, que esto en el mundo del toro ocurre y casi todos los días, porque esta fiesta es verdad y al mismo tiempo viva. Al mismo tiempo te informo que por desgracia estas cosas no son entendibles por muncha gente y alguna de ellas, son aficionados.
La fiesta no se basa solamente en la muerte, también tiene su belleza y vida, pero por desgracia el ser humano siempre nos agarramos más a lo trágico. Los medios informativos la mayoría no son taurinos, y las únicas noticias que dan del toro por pena y mala suerte, son trágicas. Este mundo del toro esta a falta de muncha información, la cual muncha gente escadece de ella, o bien por ignorancia o por falta de afición.
Este es el motivo y no otro el de no haberlo publicado en un post de mi blog, creo que ya se dan demasiadas malas noticias, aunque esto no quita que en vez en cuando se publique alguna en mi blog de estos temas amargos.
Los medios que no son taurinos, muy rara es la vez que publique la cara buena de la fiesta, solo, y digo bien, solo saben echar la cara más triste, por decirlo así, de la fiesta. Estos medios de información, les sobra a la fiesta. Lo aseguro.
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