Luis Francisco Espla, torero para el recuerdo aunque más que torero, gran persona. Una persona culta y emprendedora en el dibujo y sobre todo en literatura, siempre ha sido y es digno de sentirlo hablar, tiene respuesta para todo pero sabiendo lo que se dice, aunque describe las cosas con una peculiar forma particular, que para mi le da su propia personalidad. Un hombre que siempre ha defendido la fiesta nacional por encima de todo y ha llevado a su país, España, a todos lados con honestidad y honradez.
Debo de reconocer que su toreo no ha sido nunca de mi gusto o devoción, pero por supuesto muy respetable. Un toreo muy clásico, de antaño aunque si es verdad que siempre un poco fuera de cacho, toreando más bien en la pala del pitón. Su toreo siempre ha sido seguido por un gran número de seguidores por su personalidad en el ruedo. Una cabeza inteligente, siempre ha sido un gran conocedor de los terrenos del toro, y como no decir un gran atleta a la hora de poner sus peculiares rehiletes o banderillas.
El día de su despedida como torero por el coso de las Ventas, Madrid, fue para toda la afición una sorpresa, creo que para él también, porque la faena de su segundo toro fue como si fuese otro torero el que la hubiese hecho, hizo una faena que todo los que la vimos no nos podíamos creer que fuese el Maestro Espla quien la estuviera realizando, muchos fuimos los que tuvimos la suerte de verla, no solo en la plaza, sino los que la estábamos viendo por digital plus. Faena para el recuerdo, de las que no se olvidan ni al torero ni al aficionado.
Una faena estructurada de menos a más, un toro al que él tuvo que enfajarse y ponerse firme para poder torearlo, porque este animal era bravo y el toro bravo te pide el D.N.I, un toro que le hizo pasar miedo por su bravura y acometividad según palabras textuales de él a David Casas, entrevistador desde el callejón de las Ventas de Canal Plus. Una faena ligada, pases de mucha vistosidad de desdén, toreo del caro y bueno por abajo como el toreo de verdad, mucha pureza en su muletazos y sobre todo toreando al compas con la cintura, rematando la faena con una estocada por derecho en el hoyo de las agujas.
No podía ser menos, la recompensa de este hombre con este toro y faena, por seguro tengo que nunca podrá olvidársele del recuerdo, faena soñada por todos los toreros, y aun más si cabe en las Ventas. Dos orejas cortadas ha ley.
¡Maestro ESPLA, los aficionados siempre recordaremos del toreo que nos supiste dar y sobre todo de tu gran faena de despedida como torero en Madrid, la Ventas!
FAENA DE LUIS FRANCISCO ESPLA EN SU DESPEDIDA EN MADRID, LAS VENTAS
1 comentario:
¡Se le echa de menos Maestro!.
Me ha gustado el artículo, pero hay algo en lo que disiento, la faena de Esplá de su despedida de Madrid no fue tan sorprendente, ya habiamos visto muchos retazos de esa forma de torear, pero entiendo que el tipo de toros que ha matado casi siempre Esplá se lo ponían difícil.Quizás es verdad que él mismo nunca ha llegado a creerse del todo que había mucho torero en Luis francisco Esplá.
Saludos
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