UNA LEGÍTIMA APARIENCIA DE FESTIVAL TAURINO OFRENDADO Y DEDICADO A LA MUJER EN EL MUNICIPIO DE CASTELLAR (JAÉN), SU RAZÓN DE SER, UN TIMO.

Se anunciaban tres novilleras debutadas ya con picadores en un festival sin picar de novillos erales el día 15 de agosto 2012 en la localidad de Castellar (Jaén). Cristina Hernández, Conchi Ríos y la gitana, Vanesa Montoya, con novillos de Los Rónceles.

Todo era una expectación a la hora de comenzar este festejo, su paseíllo fue un encanto y glamur, elegantes carruajes fueron arrastrados por unos opulentos y pomposos caballos dentro del ruedo de este gran coso de San Benito, donde sobre ellos, fueron paseados antes del paseíllo del festejo unas elegantes damas de este municipio junto a las tres novilleras actuantes de este festejo.

Parecía que este festejo empezaba bien, todo el aroma que se olía nos involucraba y llamaba a ser una buena tarde de toros. Esto por desgracia no sucedió de esta manera. Una gran novillada de los Rónceles aunque con sus complicaciones algunos de los astados, marcho para el desolladero casi sin torearla. Digo casi porque, Conchi Ríos fue la que estuvo algo acertada con sus astados.

Cristina Hernández, esta novillera, a lo único que se expone es, a que un novillo le dé en una tarde un mal porrazo y le pueda hacer algo que los aficionados bajo ningún concepto deseamos. Esta novillera en Castellar no anduvo en torero, derrocho un generoso miedo incontrolado ante sus oponentes, ni sabe colocarse para empezar una tanda de muletazos y menos aun quitarse, una pena que conforme está esto del toreo para poder torear o estar en este mundo tan complicado, esta muchacha tenga que arrastrar con gastos económicos a su familia para no resolver absolutamente nada en este mundo que se empeña Cristina conseguir, pero el cual para ella, está demasiado lejos de alcanzar por sus pocas posibilidades y recursos delante de los novillos.

Conchi Ríos, esta anduvo mas en torero e hizo su reaparición en Castellar después de su último percance en la plaza de toros de Tudela. En su primer novillo estuvo aire-osa aunque no termino de acoplase con él, una vez habiendo entrado Conchi a matarlo le sorprendió el cornúpeta, dándole un fuerte golpe en el costado y desplazándola hacia el suelo, saliendo la novillera muy dolida del trance. En su segundo de la tarde, este novillo se le dejo mas torearlo que su primero, aunque siendo este un novillo encastado y muy exigente, a partir de la mitad de la faena se le remonto el animal por encima de la novillera y abrevio matándolo de una traserísima y caída estocada.

Vanesa Montoya, quiere, tiene una exagerada afición por la fiesta del toro, pero, sus cualidades delante de los novillos, no le alcanza para seguir emprendiendo mucho mas su carrera, a no ser que vaya en vez en cuando a algún festivalito como este de Castellar, para matar el gusanillo. Su primer novillo, ni lo entendió, ni lo quiso ver, y su segundo, este fue el mejor novillo de la tarde. Vanesa, dio algunos pincelazos pero siempre fuera de la suerte, sin acompañarlos con la cintura y muy con la puntita de la muleta. Para matar su segundo oponente, le fue imposible, falta de recursos, practica y fuerza le falto a esta novillera, perdiendo los asistentes a este coso la cuenta de las veces que reunió la muerte, pero siempre pinchando, o bien en los costados del novillo o en el cuello. Después de darle más tiempo de lo debido desde la presidencia con los avisos, se lo tuvieron que devolver a los corrales.

Un festival, que predominaron los novillos por encima de las novilleras. El primero y segundo apuntaron algo a tablas, el tercero manseo, 4º, 5º y 6º, tres novillos con muchas cualidades. Un festival de erales con muchos matices en el ganado, apunto toda la novillada a sacar raza y fondo, con un comportamiento de menos a más y mucha transmisión. Unos novillos que no se pudieron ver sus condiciones, pues para parte del público asistente al coso les pareció que eran unos novillos muy complicados, y lo único que pedían eran tener delante a unos toreros (novilleras en este caso), que les pudieran bajándole la mano y los sometieran, para que los novillos acometieran sus embestidas por abajo y corrigieran ese cabeceo que generalizo toda la novillada. En definitiva, una gran novillada de Los Rónceles en cuanto presentación, y algo desigual en su comportamiento, pero con esa chispa y empuje-motor que necesita la fiesta para que no parezca aburrido e insólito aquello que se pueda crear en el ruedo delante de un astado. Claro está, que para este comportamiento del ganado, hay que ser toreros, tener las ideas muy limpias y claras, y sobre todo ser honestos para sí mismo.

Novillada de erales de los Rónceles, saco raza y fondo aunque tres novillos apuntaron algo a tablas. Dos tercios de plaza, una Conchi Ríos que fue la que salvo la tarde y Cristina Hernández junto a Vanesa Montoya que decepcionaron y desilusionaron. El Palco Presidencial, nefasto en todo el festejo, dando orejas y rabos a menos de medias faenas, con un saltar de pinchazos en los bajos y cuellos de los novillos, y lo que es peor aún, con petición de una muy baja minoría del coso. De esta manera, se cargan la poca afición al toro de los municipios junto con su privilegio y honor. En los palcos se necesitan mas cordura, saber estar y capacidad de la razón.

En otro post enlazare más imágenes de este festejo.

Nota:

En la prensa diaria del “Diario Jaén”, el día 17 de agosto del 2012, saldrá publicado este mismo artículo.