Una novillada con varios matices a destacar; dos novilleros que dejaron de coexistir dentro del término novilleril-torero (“El Remonta” y Diego Hermosilla), otro novillero llamado Tomas Angulo, que le queda mucho camino por delante, aunque valor le sobra y las maneras que apunta no son del todo malas, y una novillada bien presentada excepto una manipulación de astas en algunos de los novillos hasta el punto de dar sangre uno de los astados por su pitón diestro. El comportamiento de los novillos, siendo estos de la ganadería de “El Cotillo”, fue totalmente desigual. A destacar en su buen comportamiento el primer novillo de la tarde, bondadoso el segundo, y el resto se dejaron estar incluso el quinto vis, excepto el septo y ultimo de la tarde, un novillo manso, reservón, bronco y con peligro por el pitón derecho.
Media plaza justita. Diego Hermosilla oreja y oreja, se le regalaron en cada toro, por el simple hecho de ser paisano de esta localidad, sus dos faenas esperpentas y sin mucho más que contar de ellas. El Remonta, ojera bondadosa y ovación por compromiso, otro conciudadano de esta localidad que se paseo por el coso de Navas de San Juan, sin mucho que decir, pero mucho que aburrir. Tomás Angulo, ovación y dos orejas, sobrándole una, pero viendo lo que se pudo contemplar de sus dos compañeros de la tarde, bien dadas estuvieron.
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