¿SE PUEDE ESTAR CON PEOR DIGNIDAD EN UN RUEDO TAURINO?

 

Julio Aparicio, su tarde en Madrid, en el mismo día de San Isidro ha sido, fue, un completo cataclismo para su carrera y por su misma parte, ha demostrado tener muy poca decencia hacia la propia fiesta y como no, a sus seguidores aficionados.

¡No!, de esa manera no se puede ir a Madrid, bueno, ni a Madrid ni a ninguna plaza de toros por pequeñas que estas sean. Sabemos los aficionados que todas las tardes un torero no puede estar igual, o incluso no encontrarse en torero y mas Aparicio, sabiendo que es (o más bien fue), torero de arte y sentimiento, pero, por encima de ser torero, existe la dignidad como persona y aficionado. Julio Aparicio, sabia de sobra en que cualidades iba a Madrid, a las Ventas en el día de San Isidro, mas bien, este torero reflexionara, y aunque poco es lo que torea por no decir casi nada, pero venditas tardes más que desperdiciadas en su lugar y hueco del cartel en el cual podían ir otros toreros, que aun haciéndole o sin hacerle falta dichos huecos pero, de seguro estamos los aficionados que serian mucho, pero mucho más y mejor aprovechados y sin defraudar de esa manera al público en general.

Diciendo una pena, me quedaría demasiado pobre para describir las dos faenas (o intento de ellas), causadas en el día de San Isidro, en las Ventas por Aparicio. Mando a sus subalternos parar a los toros de salida, a los picadores le ordeno matar a los toros con la vara de picar, en ningún momento intento hacer nada en ninguno de sus oponentes, mato por la paletilla atravesando el numero del guarismo a un toro y saliéndose de la suerte a la hora de matar, ¡digo saliéndose de la suerte!, sin exagerar, una distancia entre toro y torero de más de dos metros, y para rematar la tarde, acuso un miedo omnipotente del cual ya hacía mucho tiempo que un servidor, no había visto dentro de los ruedos taurinos.

Más respeto es lo que nos merecemos los aficionados, por parte de toreros de este tipo. No dudo que, en su momento este Aparicio fuese…pero hoy por hoy, ha demostrado y nos está demostrando que, aparte de haber perdido el respeto completamente a la fiesta taurina, ocupa un lugar que de ser una persona consciente, sensata y legal, ya está haciendo tarde para anunciar su retirada del torero.

Hoy más que nunca, al aficionado nos cuesta asistir más que en otras veces a las plazas de toros, por esta crisis económica que nos acarrea y por falta de trabajo en la mayoría de los aficionados y público en general que residen y asisten a los cosos. Quizás este fuese uno de tantos factores para que gente como Aparicio reflexionaran y supieran diferenciar entre, fanatismos hacia quizás solo lo económico a, la verdad de la fiesta y parte de los que la componen y sostienen; “Los que pasan por Taquilla”.