RESUMEN DE LA FERIA TAURINA DE CASTELLAR (JAÉN).

Como de costumbre y ya por tradición, Castellar del doce al quince de Agosto celebra sus festejos taurinos. Este año debemos de estar contentos los Castellariegos, el día doce se celebro un festival taurino en el cual se lleno el coso de esta localidad hasta la bandera, cosa que nunca hasta el día de hoy no se había acontecido. Este pueblo de siempre ha sido caracterizado por sus fiestas taurinas, por su gente amante a la fiesta del toro, por ser una ciudadanía torista y este año lo ha demostrado en todas las tardes acudiendo a la plaza de toros para ver todos los espectáculos. Bien cierto es que la crisis ha pasado mella por todos los sectores, en el mundo del toro también sin duda alguna, pero la fuerza de la gente de Castellar hacia el amor al fiesta taurina a parecido que esta crisis no se notara en taquilla. Si de algo nos tenemos que caracterizar es en que no fallamos nunca a nuestras fiestas taurinas, ya venga vientos o mareas, unas tradiciones inculcadas por nuestros mayores y antecesores que cogimos la lección muy bien aprendida para no dejar decaer nuestras fiestas.

Han sido cuatro días de toros, cuatro días muy intensos, tanto por la mañana en el encierro de las reses a lidiar por la tarde, como todas las tardes ya en la plaza de toros. El primer día hemos tenido un espectáculo cómico taurino para ofrecer un disfrute de nuestros menores, los mismos que en el día de mañana serán los que seguirán aportando a esta gran fiesta taurina todo lo necesario para que no decaiga, en este espectáculo hubo una parte seria lidiando un becerro un novillero de la Puerta de Segura. El día trece y segundo de feria, tuvimos un festival de cinco novillos sin picar, en el cual vino un novillero y dos matadores de toros, uno fue Jesulin de Ubrique, el mismo que lleno el coso por su glamur de la prensa rosa, pero al mismo tiempo decepciono a su público, al que hizo el esfuerzo económico para verle, pues paso por esta plaza de Castellar sin más, lidio sus dos novillos sin entrega alguna, les quito las moscas de la cara a sus contrincantes y se fue del coso sin decir mucho más que firmar autógrafos. Otro fue Julio Benítez “El Cordobés”, otro que vino al pueblo de Castellar a pasar el tiempo, pero tuvo la suerte de dar con dos novillos que derrocharon mucha nobleza, la cual este diestro aprovechándose de esta virtud de estos animales tan solo supo pegarse un arrimón poniéndose de rodillas y entre los pitones, los mismos que estos animales los traían mas que cortados porque a si lo estipula el reglamento en festivales, y un novillero de Vilches que al igual que estos dos matadores y aun cortando orejas y rabos por la generosidad de la afición de esta plaza hacia lo que se refiere el espectáculo, vinieron para luego irse de Castellar sin pena ni gloria, aunque una gran decepción por muchos de los asistentes a este espectáculo, por venir a pasar el tiempo estos tres toreros y la mala presentación del ganado siendo este del propio diestro Jesulin de Ubrique.

El día catorce hubo una novillada sin picadores, tres novilleros fueron los que lidiaron esta novillada que estuvo entretenida. Tres novilleros que estuvieron voluntariosos, intentando de sacarle partido a los aptados y aun con las dificultades y poco torear de unos novilleros que están empezando, les dieron un repaso a los dos matadores que estuvieron en el día de antes en esta misma plaza de toros. Los novillos de presentación, aceptables.

Y el día 15 y ultimo día, desde por la mañana había en el ambiente un rum rum, en el cual se decía que los novillos eran grandes, no podían ser mucho más que un novillos erales, pues este día el festejo a dar era un festival sin picar. Cierto era lo de los novillos, una novillada muy bien presentada, una novillada con mucho cuajo, baja, larga, con cuello, amorillada, hechuras perfectas y mucha seriedad en la cara aunque estos fuesen gachos de pitones. Pues en lo acontecido por la tarde de estos animales fue una desilusión, lo que todo apuntaba a que estos animales envistieran, fue todo lo contrario, salió una novillada con muchas teclas que tocar. Este festival lo lidiaron Canales Rivera, David Gil y un novillero que no era el que venía anunciado en los carteles. Canales Rivera, aun saliéndole unos novillos que no tenían mucho que torear, pero este acorto por la calle de medio al igual que Jesulin en el primer día, y se fue de nuestro coso sin decir nada. El novillero de esta tarde intento el muchacho lo que pudo pero al igual que los demás novillos no pudo hace mucho más de lo que hizo por la mala condición del animal. ¡Ahora!, ¡ojo! Con el diestro David Gil, este muchacho de Linares, un torero que estuvo en todo momento dando la cara, le toco al igual que sus dos compañeros dos novillos con mucho genio, sin recorrido en las envestidas y sobre todo quedándose cortos por los dos pitones y estando con el torero más que con los engaños. David Gil aplico un toreo en el Coso de Castellar de muchos quilates, un toreo que aunque no dijo mucho en los tendidos por no ser un toreo de espectáculo, pero bien cierto es que este hombre dio la cara como si se tratara de estar toreando en Madrid, toreo en todo momento de frente, dándole el pecho al toro, presentándole los engaños de frente y sin engaños de piquitos, sometiendo las embestidas de los animales por abajo y sobre todo lo firme y el andar en torero que estuvo en toda la tarde, aunque bien cierto es que con los haceros estuvo regular. Un torero para seguirlo, merece la pena, este torero David Gil ha demostrado en el coso de Castellar que quiere abrirse el camino y sabiendo lo que hace y sobre todo con los pies y la cabeza muy bien sentados.

En global unas fiestas taurinas con sus matices, pero saliendo de cierta manera todos los días contenta la afición, una plaza que está pidiendo a gritos un cambio de rumbo en sus fiestas taurinas. Este año ha demostrado el público en general que queremos un cambio, queremos impulsar la fiestas del toro, pero para ello claro está que debemos de cambiar de empresa organizadora, pues este año han sido varias empresas taurinas las que han estado pendientes de la asistencia de público en esta plaza, para poder ofertar el año que viene y estas mismas se han dado cuenta que este pueblo de Castellar, es una garantía de pujar por sus fiestas y sin darles dolor de cabeza por sus buena asistencia de público que día tras día asisten a llenar la plaza de toros. Cierto es que la empresa que hasta ahora está organizando los festejos de este pueblo los hacen con dignidad pero sin apostar mucho mas por la fiesta de este pueblo que tan solo dar festivales sin picar y novilladas sin picar, cuando tenemos al frente empresas que se están preocupando para que en otros años esta localidad se le pueda ofertar mejores festejos, con mas reses todos los días y el abaratamiento de las entradas y sobre todo ofreciendo festejos mayores, oxea, novilladas picadas y corridas de toros. Pienso y creo que Castellar y nosotros los ciudadanos y aficionados no lo merecemos, ¿Por qué no?

Antonio Coronado Román.
Castellar (Jaén).