No son pocas las personas que se están poniendo en contacto con mi persona en estos últimos días. Unos me dan la enhorabuena por tener las agallas de denunciar algo que a muchos y muchas le gustaría hacer, pero estos se anuncian y destinan como falta de valor y coraje para poder hacerlo. Aunque también debo de reconocer que también he tenido consejos para callar, aunque a estos no los he escuchado o como que no le he puesto mucha atención, unos en verdad vienen desde el cariño y amistad hacia mí, pero otros de estos consejitos tan solo lo que buscan y pretenden es intentar callarme. Ya saben, una piedra en el camino con mis declaraciones y denuncias para esta gente, que prefieren que los aficionados estemos callados y al mismo tiempo sigamos siendo conformistas con los que esta gente nos quieran ofrecer y como yo dijese, que sigamos aguantándonos con los despojos de sus hazañas, pues el beneficio en sí de la fiesta ya le tienen el hueco buscado, ¿Qué no sabe donde se encuentra dicho huequecito?, pregúntele a la mafia que existe en el mundo taurino, ¡pero ojo!, cuidadito que al igual lo tiene más cerquita de lo que usted mismo se pueda creer o imaginar.
Aficionados, críticos taurinos, autoridades, ganaderos, empresarios taurinos, toreros e incluso algún veterinario que otro son los que de una manera u otra se han puesto en contacto con migo. Y digo yo ¿tan importante soy yo?, no, os aseguro que no, yo no pretendo ser nada más que un simple aficionado e ilusionado de este mundo taurino tan emblemático y encantador. Aunque tengo que reconocer, que estas entrevistas o encuentros que he tenido con todas estas personas si cabe me han hecho reflexionar un poquito más. En verdad en algunos momentos me he preguntado ¿Antonio, a donde quieres llegar con todo esto, o que es lo que pretendes?, después de meditarlo y contactarlo muy mucho con migo mismo he llegado a una simple conclusión, soy un adicto al mundo del toro y sin esta droga no puedo pasar o vivir. Para que decirles a ustedes lo que un toxicómano puede llegar hacer si le falta en su sangre y en algún momento de estas sustancias que todos y todas conocemos más que de sobra (con todo mi máximo respeto a estos toxicómanos que padecen esta tremenda enfermedad junto y arrastrando a su familia con ello). Pues ya lo saben, no soy poseedor de mis hechos cuando me falta la verdad y la veracidad de la fiesta, porque esta es muy mucho parte de mi vida, aunque esto para muchos le suene a chino, pero sé que los que son aficionados de verdad me entienden de sobra sobre lo que siento por la fiesta y con ello me reconforta y satisface.
La mayoría de esta gente me han hecho casi la misma pregunta, ¿Antonio, hablas en los post de tu blog como si tuvieras una espina clavada?, mi contestación siempre ha sido directa y concisa, ¡acaso es que es para menos! Son muchos los puntos que están descimentando en la fiesta y precisamente a marchas forzadas, pero lo peor de todo esto es, que se está actuando en contra sobre algo que en realidad no se conoce lo suficientemente bien, ante todo en gente joven, les educan desde los medios de comunicación desde muy pequeños diciéndoles, que los animales tienen “sentimientos”, y esto no es así de ninguna de las maneras, la ciencia está para algo y esta es eficaz en un 99%, ¿o acaso llevamos en algunas circunstancia las creencias religiosas al dedillo y con una credibilidad al límite de lo inalcanzable, y la ciencia y su reputación la echamos por la borda en otras cosas con su total veracidad?.
De todos modos y aunque tarde espero que se le ponga desde los órganos correspondiente remedio a esta sin razón que se está encaminando al mundo del toro, porque de lo contrario, como bien he dicho anteriormente, nos pesara a más de uno en algún día siendo este ya demasiado tarde para buscarle solución o remedio.
También y porque no decirlo, se necesita desde dentro de lo taurino un cambio urgente del reglamento. Cierto y verdad es que este reglamento que ahora tenemos funciona bien en algunos puntos concisos pero no en todos y al menos en los más importantes.
Nadie puede evitar que se actué a espalda de un reglamento, pero cierto es que si este se modificase y al mismo tiempo fuese muy efectivo en cuanto a sus estatutos o leyes, para que luego, y como no, se llevara a cabo cien por cien. Más de uno y una abrirían los ojos, porque como bien digo nadie puede evitar que otros hagan de sus acecharías, pero una vez comprobados ciertos hecho delictivos, ha estos le callera todo el peso de un buen reglamento taurino encima. Sin ser muy trágico, como por ejemplo que a toda persona que chantajease, diese o pidiese dinero, tanto para torear como para ejercer de empresa y motivos de este tipo, se les descomulgara de ejercer dentro del mundo taurino de por vida.
Es triste que tengan que poner muchos toreros dinero para torear, se chantajee a los alcaldes y ediles con dinero público para obtener contratos de ciertas plazas de toros, ciertos toreros ya con cierta reputación les eche el pie encima a otros ciertos compañeros y matadores de toros o incluso a ciertas ganaderías, se hagan manipulación de la información por parte de los medios informativos taurinos, etc.
Pero como bien digo, desde el sector político lo primero que se debe hacer es callarse antes de echarle más basura encima de la fiesta taurina, hacer lo posible para poder proyectar y apoyar a este sector taurino desde el respeto al igual que se está haciendo con otras culturas, tradiciones o simplemente aficiones. Pero sobre todo, que dejen caer el peso de la ley a los corruptos y que de cierta manera ellos también cambien algunas cosas desde sus órganos oficiales a favor de la fiesta, como por ejemplo obligar a los ayuntamientos y diputaciones por ley, a tener que hacer público y en abierto los pliegos de condiciones y al igual las ofertas de las empresas ofertantes, para que, de esta manera, evitar los chantajes y lo más importante, no se queden en el cajón del olvido de los despachos de las diputaciones y ayuntamientos las mejores ofertas empresariales taurinas para poder realizar y llevar a cabo, siendo últimamente las empresas más gavilanas en la mayoría de los casos las que llevan a realizar los festejos de dichas localidades y ciudades, por sus hazañas, ¡claro está!.
1 comentario:
Esto está muy claro:
1º.- Que no actue nadie antes del festejo, ni Presidente, ni veterinario ni nadie. El empresario que ofrezca y se desarrolle el espectáculo. Después:
1º.- Análisis de todas las reses lidiadas tras su muerte. Toro afeitado, parte proporcional de la entrada devuelta al aficionado.
2º.- Empresario, ganadero y matador, un año sin ejercer en todo el país,por cada toro que de positivo en los análisis, bien sean de pitones como de visceras.
Dos puntos, claros, consisos y concretos. Todo arreglado.
¡Ah! y sobre todo que los análisis se hagan en un centro totalmente privado, reconocido y legal.
Hay algún que otro matiz más, pero a groso modo creo que con esto se soluciona el problema, grave problema de tanta mafia taurina y toricida.
Publicar un comentario