TOROS DEL CONDADO S.L

TOROS DEL CONDADO S.L

domingo, 18 de diciembre de 2011

EL TIEMPO PASA EN CONTRA DE LA FIESTA NACIONAL. ¡¡SOLUCIONES, YA!!

Antonio Coronado Román.

Nunca he sido un aficionado taurino pesimista, de esos que se están lamentando a todas horas, pero si observamos con frialdad la realidad que nos circula y acontece en este mundo taurino que estamos viviendo en estos últimos momentos, no podemos ser optimistas. Sé bien que este artículo o post no va a gustar nada, y muchos me van a poner a caldo o me criticaran con dureza, aunque ya lo he dicho más de una vez, soy como pienso y me gusta decir la verdad. Porque la fiesta de los toros, se halla en la encrucijada más difícil de su historia. Los próximos años van a ser claves para la supervivencia de la tauromaquia. Se avecinan tiempos duros, existe toda una maniobra y complot para acabar con el toreo, nuestros enemigos son muy poderosos. No querer darse cuenta es una irresponsabilidad y una locura por nuestra parte, los taurinos o aficionados.

Los anti taurinos ya han conseguido una cosa muy importante para ellos: marginar la fiesta. Gracias a una presión de años, han conseguido que la fiesta sea un asunto marginal del que apenas se habla. Han conseguido que los medios de comunicación no presten atención a los toros. Salvo alguna excepción puntual, las televisiones ignoran el tema taurino y, si se informa, es de modo oblicuo hacia la parte negativa de la fiesta. Basta recordar la satisfacción con la que se informó de la prohibición de los toros en Cataluña en casi todas las televisiones. En aquél momento pudo comprobarse muy bien de qué parte estaban las muy influyentes televisiones y medios audiovisuales. Se ha conseguido instalar en el conjunto de la sociedad la creencia de que los toros son una barbaridad que no merece la pena, una diversión propia de gentes incultas y atrasadas. Ese cliché ha arraigado con una fuerza tremenda entre la gente común, cotidiana y, sin medios a nuestro favor, va a ser muy difícil de combatirlo.

Por otro lado, y por temor a la ira antitaurina, los grandes bancos, las grandes empresas, las multinacionales, que apoyan, auxilian y respaldan con gran generosidad los acontecimientos culturales y deportivos, no dan un solo euro a la fiesta de los toros. Otro tanto puede decirse de las administraciones públicas, que patrocinan a fondo perdido el deporte de base y la cultura minoritaria, pero a la fiesta la castigan con impuestos agobiantes (el dieciocho por ciento de IVA por ejemplo). Alguien dirá que el ayuntamiento de tal o cual pueblo se vuelca con la fiesta de los toros... Sí, pero es una gota de agua en el océano del desprecio de la inmensa mayoría de las administraciones.

Lo que quiere decir que la economía de las corridas de toros se basa casi unilateralmente en la taquilla. Y la taquilla sola no puede sostener ya la escasez del espectáculo taurino. El precio de las entradas no puede subirse un euro más bajo ningún concepto. El precio de los tendidos de sombra es desmesurado y hay que ser un auténtico privilegiado económicamente ablando, para tener un par de abonos de sombra en Sevilla o en otras ferias importantes, como por ejemplo esta que menciono. Sin embargo los empresarios dicen no ganar dinero (“entre comillas”). Y es que los gastos son tantos, que en cuanto el cartel es un poco fuerte, el empresario pierde dinero ¡con la plaza llena!. La economía de los otros espectáculos masivos se basa en el dinero de las televisiones y en la publicidad, no en la taquilla. Y este camino está vetado para el toreo por la labor de los anti taurinos que llevan haciendo durante años en contra de la fiesta taurina. Ninguna televisión, ninguna empresa, ningún banco quiere vincular su nombre a la tauromaquia. Y el toreo se verá impuesto a un ámbito cada vez más pobre y marginal.

Otro tema gravísimo es el de las novilladas. No va nadie a presenciarlas. Tampoco va nadie, ciertamente, al cine o a ver deporte de baja escala. Pero aquí no hay problema: las grandes empresas y, sobre todo, las administraciones públicas subvencionan con inmensa generosidad los partidos de tercera división a campo vacío de público, o las semanas de teatro experimental argentino, pongo por caso, con las butacas vacías. Clara malversación de dinero público, que debería indignar al contribuyente, (para que luego digan que los toros son los únicos que se subvencionan con dinero público).

El toreo no tiene tan generosos patrocinadores. Hasta ahora las novilladas venían sobreviviendo gracias al apoyo de los ayuntamientos de los pueblos, y a la aportación de los famosos ponedores, padrinos adinerados con el negocio del ladrillo que invertían un dinerito en la carrera de un muchacho (duro, cruel, pero cierto). Pero, con la actual crisis económica, ni los ayuntamientos van a poder organizar novilladas, ni va a haber ya ponedores. Con este panorama ¿cuántas novilladas van a celebrarse?... Y si no hay novilladas, dentro de quince años no habrá matadores de toros ¡Y SE ACABÓ!.

Invertir esta tendencia va a ser complicadísimo. En los despachos de las televisiones, de los políticos, de los bancos..., se sienta gente ya formada y crecida con todos los prejuicios anti taurinos en la cabeza, aunque muchos de estos, apoyen la fiesta, pero desde el anonimato o del silencio. Y que no querrá exponer su carrera vinculándola con los toros. La estrategia antitaurina ha sido de una gran eficacia: primero se degolla de raíz el espectáculo y se le hace marginal. Y conseguido esto, ya se puede empezar la campaña para la prohibición absoluta del mismo. El modelo piloto a seguir, ha sido Cataluña. Luego vamos todos los demás, osino, al tiempo.

¿Qué se puede hacer para invertir y darle la vuelta a esta tendencia? Y por favor, que nadie me venga con “el indiscutible arraigo de los toros en el pueblo español”; que tampoco me cuenten aquello de que “la verdad y emoción de la fiesta la hacen invulnerable”. Que no me cuenten estas cosas, porque no son ciertas. A la gente cargada de prejuicios en contra de la fiesta, nuestros argumentos le resbalan y ni siquiera los escucha, y aun menos les hacen caso omiso.

Pero vuelvo a preguntar: ¿qué podemos hacer para invertir esta tendencia? De entrada apunto que conseguir espacio para la fiesta en la televisión puede costar mucho dinero. Y los taurinos no están dispuestos a invertir dinero: ¡quieren llevárselo! Y como los toros no aparezcan por la tele, esto se acaba. Lo que no aparece en televisión es como si no existiera. Así funciona el mundo de hoy. Por supuesto, que un canal de pago esté televisando los festejos, es totalmente insuficiente. Si queremos que en el futuro haya aficionados, habría que televisar los grandes festejos de la temporada en abierto, aunque se fastidie el negocio de Molés y José Tomás se quite de en medio. No es momento para los egoísmos personales, es la hora de la generosidad y la amplitud de miras hacia un futuro esperanzador de la fiesta. ¿Acaso no se están dando cuenta lo que quieren manipular los toreros que están dentro del G10?, ¡manipular ellos solitos todo el ámbito taurino, dentro y fuera de la plaza de toros!, con tan sola recompensa, de llevarse todo el gato al agua ellos solamente, quedándole la fiesta en el total olvido. Dándoles igual lo que le pueda pasar en día de mañana, que precisamente, en este mundo del toro está más cerca que lejos, su futuro.

Otro asunto estremecedor es el del campo bravo. Nunca fue negocio criar toros de lidia. Se trataba de un lujo de terratenientes y privilegiados. Pero tampoco era la ruina que ahora es. El toro se alimentaba de lo que encontraba en el suelo y poco más, no se le daban tratamientos sanitarios; los hombres que lo cuidaban estaban en los cortijos por la comida y poco más (injusto a todas luces, pero era la vida de antes, aunque yo personalmente la discrepe)... Ahora todo es muy distinto: los gastos se han disparado, la alimentación, la sanidad, los sueldos de los operarios, el mantenimiento de las instalaciones..., todo cuesta un dineral. Mientras el precio final del toro se ha hundido, quedando tres veces más barato que nunca, sin contar con las reses que se quedan en el campo sin poder lidiarse por falta de espectáculos por su recorte de festejos en todos los rincones de España. Es muy caro criar un toro mientras que su precio en el mercado es insignificante. Excepción de un puñado de ganaderías, los toros de las demás no valen prácticamente nada. Entre otras cosas, porque no hay con qué pagarlos... El futuro es muy tenebroso y siniestro. ¿Cuántas ganaderías van a sobrevivir? Muy pocas. ¿Y cuántas van a desparecer? Casi todas. El panorama es estremecedor. La fiesta puede acabar, o quedar reducida a cuatro fechas muy puntuales, por falta de materia prima... El toro bravo junto con… ”Don dinero”.

Ya sé que lo que digo es muy triste y no va a gustar, pero todo lo dicho es cierto, dolorosamente cierto. Y lo primero que tenemos que hacer es tomar conciencia de tan precaria situación. Y dejar a un lado egoísmos, enemistades personales, desencuentros absurdos y, juntos, ponernos a trabajar. Desde administraciones, ayuntamientos, aficionados, toreros, ganaderos, medios informativos, etc, etc, etc… El tiempo corre contra nosotros y esta fiesta tan nuestra. Y nos va el futuro en ello.

2 comentarios:

Isabel A. Ferreira dijo...

O Antonio disse a verdade. Mas entre essa verdade disse algo que não é verdade: nós não somos vossos inimigos Somos simplesmente AMIGOS DOS TOUROS. E como amigos dos Touros defendemos os Touros e não os seus torturadores. Algo muito claro e razoável.

La abuela frescotona dijo...

ESPAÑA NO PUEDE RENEGAR DE SU TRADICIÓN QUE LA IDENTIFICA EN EL MUNDO ENTERO, ESTA MODA DE CERRAR LAS CORRIDAS SACANDOLE TODOS LOS PATROCINADORES DEJAN EN LA CALLE A FAMILIAS ENTERAS QUE VIVEN DE ESA NOBLE LABOR.
NEGAR ESTE OFICIO DE TORERO ES MATAR LA HIDALGUÍA ESPAÑOLA. MENOS MAL QUE PUEDO VER LA CORRIDA POR EL CANAL DE MEJICO, DONDE TAMBIEN SE LUCEN TOREROS ESPAÑOLES.
SALUDOS CORDIALES