Vivimos para morir
morimos para renacer
y hemos de comprender
que la muerte es nueva vida
por eso tu partida
me hace sentir tu ausencia
hoy lloro triste y apenado
angustiado y deprimido
tu partida nos deja con tristeza
pero tus recuerdos nos deja cariño
El diestro madrileño Antonio Chenel 'Antoñete' ha fallecido esta tarde en Madrid, en el Hospital Puerta de Hierro donde fue ingresado ayer a causa de una bronconeumonía.
Las banderas de la plaza de toros de Las Ventas ondearán a media asta y la capilla ardiente se instalará en una de las salas del coso madrileño el próximo lunes entre las 9 y las 16 horas, para que los aficionados puedan rendir su último homenaje al diestro. Desde allí será trasladado al cementerio de La Almudena.
Antonio Chenel nació el 24 de junio de 1934 en Madrid, muy cerca de Las Ventas. Se vistió de luces por primera vez en 1946 y tomó la alternativa en Castellón, el 8 de marzo de 1953. Sus mejores años como torero fueron a principios de los 80 del siglo pasado, donde desarrolló una tauromaquia clásica, heredera de la estética de Juan Belmonte y de la técnica de Manolete.
Hoy sentimos los taurinos esta mala noticia, pero su ausencia, siempre la llevaremos en nuestros recuerdos. Tardes de gloria, las que ha tenido este toreo con sus pequeños capotes y muletas, Monstruo del torero, Maestro de maestros, espejo donde se han fijado muchos de los que empezaban sus andenes como toreros, una fuente del toreo caro, toreo señorial, de duende, de pellizco, pero ante todo, siempre ha pisado el ruedo en Torero. Nunca ha querido salir en pitos, pero los veía necesarios en este mundo, al igual que una buena faena, siempre ha dicho que todo, absolutamente todo, es parte de la fiesta y si faltaran las broncas, o el toro manso, o incluso esa gente que tanto predican que son salvadores de la fiesta, a la fiesta, le faltaría algo, no sería la fiesta del toro bravo.
No somos pocos, los que hemos aprendido de Antoñete, sobre todo los años que ha ejercido como comentarista de este canal de televisión tan conocido ya por todos los aficionados. Chenel, no hablado de nunca mucho en los medios, ni aun de comentarista, pero cuando ha dicho algo, ¡amigos!, debemos de reconocer que este torero era un “Sabio” de la tauromaquia en sí. Muchos quisieran, o más bien, quisiéramos tener la mitad de las cualidades que ha tenido Antoñete, para conocer de la tauromaquia y del propio toro bravo.
Descanse en Paz; “MAESTRO”.
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