Me costó mucho conciliar el sueño ayer por la noche. El día había sido una pesadilla y a pesar del calor estaba frío. Ausente. Con un puño apretándome la barriga y sin soltarla des de las 11 y media. Estaba anunciado y lo esperaba, pero me aferraba a ese fino hilo de esperanza que nunca se pierde. En realidad no quería creerlo. Las corridas de toros se prohíben en Catalunya.
Dicen que la Ley entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2012. Pero a La Monumental le han echado el candado hoy mismo. Quien va a ir ahora a la plaza y con qué ánimo? Quien va a ir a jugarse la vida a una tierra muerta? Quien va a ser capaz de soportar esta agonía? Dicen que todavía hay camino hasta el Tribunal Constitucional. Que hay que organizarse y recoger firmas, que hay que manifestarse…Y porque no se ha hecho ya?
Una traición. Una vergüenza. Un desprecio. Traición la del abanderado defensor de la Fiesta. Una vergüenza la del Presidente: “Esto no la prohibido el Gobierno”. Ha no? Y un desprecio a la afición. La de CiU. Tan sólo seis votos convergentes. La derecha catalana ha tenido una actitud muy cobarde, sin definirse y en el último momento nos ha dado la espalda para darnos la estocada por detrás.
Sin querer saber más, sin querer leer, sin querer escuchar iba descubriendo esa pesadilla. Las lágrimas de Serafín…Las nuestras. Las de la afición. Las de las noventa personas que esperaban impotentes en la puerta, los que aplaudieron a Serafín en su último paseíllo camino del Parlamento.
Todos los medios daban la noticia algunos, con más alegría otros igual de apesadumbrados. Y entonces sin querer lo veo. El tarao en la tele, rugiendo como un animal “Ahora a por los correbous!”. Después como un perro acobardado ante su amo, se confiesa. Con el rabo entre las piernas, ese rabillo minúsculo y vergonzoso, delante del Parlamento, reconoce que los antitaurinos son 20…¡Veinte, por Dios! Por 20 “personas” han destrozado nuestra ilusión. Han prohibido una cultura, un espectáculo, un arte, una batalla, una danza, una tradición…
Tan solo digo que esto no acaba aquí esto le queda mucha cola, y para algunos políticos mucho pero que mucho dolor de cabeza. Pese a quien le pese este mundo del toro tiene mas fuerza que algunos pueden creer, ahora que se abstengan a las consecuencias...
Antonio Coronado Román "EL BOQUERON"
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