PONGA UN JUDAS EN SU VIDA SI NO LO HACE…… LE VENDRA SOLO

Este es un artículo que escribe un amigo taurino bloguero, defendiéndose de algunos o de alguien de los que siempre pretenden imponer sus ideas, intereses personales o incluso una carrera periodística, ante las llanas conclusiones o incluso, la opinión de los blogueros y aficionados, que por cierto y gracias a Dios…, cada día somo mas. ¡Animo Sr. Cisneros!, la fiesta taurina, siempre sabrá colocarte en tu lugar debido, como no, en el de un aficionado sin límites por defender la propia fiesta y al “Rey que la compone” ¡¡EL TORO BRAVO!!

Artículo redactado por José Cisneros.

Agradezco a don Antonio Díaz el comentario hecho sobre mi persona. No soy hombre que presuma de nada, pues en realidad lo que intento es aprender de quien sabe, ya que me considero -en realidad es lo que soy- un humilde aficionado, aunque en esta ocasión tiene usted toda la razón, presumo, y mucho además, de tener como uno de mis maestros al señor José Olid, además de por considerarle como bien dice, una eminencia y una persona culta, preparada, con una afición desmedida y unos amplios conocimientos de la Fiesta, siendo una lástima no ocupe uno de los puestos que otros utilizan para la deformación taurina; por ser una persona educada y dispuesta en todo momento a sacar de cualquier duda a aficionados que como es el caso, colaboran en algún medio, que aunque local, única y solamente intenta que la Fiesta de los Toros esté presente en la ciudad, con mayor o menor acierto; pero hecho desde el más profundo respeto. Del resultado del trabajo, realizado totalmente sin ánimo de lucro, el propio lector es quien debe juzgar.

Comenta -y según deduzco ha entrado en mi blog- soy bastante crítico con el camino que ha tomado la Feria de Ubeda, y me exhorta a seguir en ese camino ya que ha visto “in situ” cosas que no debieran repetirse; esto es algo que agradezco profundamente, y viniendo de su persona, un gran honor del cual no me considero acreedor.

No soy aficionado que precisamente se haya destacado por ser protagonista en Tertulias Taurinas, grandes medios de comunicación de radio o televisión, ni haberme presentado en ningún Certamen Literario o Convocatorias a premio taurino alguno -no quiero con esto se me tome como crítica a quien lo haga, con toda seguridad está preparado para ello- entre otras cosas porque soy un aficionado -no diría con nociones básicas- porque pienso que en el toreo no existen nociones, no existe una regla exacta que mida el sentimiento que cada cual capta con lo que presencia en el ruedo, siendo esa desde mi punto de vista, la base de expresión pública. Si tengo el privilegio, de contar con la amistad de muchos aficionados que teniendo en su haber el currículum expuesto, -ejemplo evidente el nombrado José Olid, mi buen amigo Pepe- intente, aprovechando sus conocimientos para ser un buen alumno y acercarme -algo bastante difícil- a lo que suele llamarse aficionado “entendido”. Pienso, que incluso los más “grandes de la pluma taurina” tuvieron en su día un referente o espejo donde mirarse.

Mi concepto, mi línea en toda esta vorágine taurina se limita a ser algo así como “la voz de la calle”, intento dar una opinión clara, llana y en un idioma entendible por cualquier persona que la lea. No conozco la frase poética, tampoco la picaresca y mucho menos la “vaselina”, todas necesarias para quienes haciendo un mal uso de ellas, las emplea con el único objetivo de atacar a alguien o alcanzar un fin para beneficio personal.

Puedo asegurarle que me he visto en situaciones desagradables ante algún empresario taurino, presidente o político de turno -los reyes Midas, como yo les llamo- a los que habiéndoles llevado comentarios totalmente falsos a unos o habiendo leído mi opinión otros, todo ha sido con el único objetivo de “fusilarme” por ser molesto dentro del “cinturón de acero” en que nos encontramos, no solo en lo taurino, sino en muchos aspectos de la vida. Comentarios de llevarme al Juzgado también ha habido, claro que eso no se dice, si verdaderamente se tienen motivos, se hace; pero……. ¿quién con dos dedos de frente se va a presentar en un Juzgado con el único pretexto de denunciar a una persona por dar su opinión?, que además en su contexto, no existen indicios de falta al respeto, algo que cualquier persona merece y debería tener garantizado. ¡Ay Señor y Dios mío……., y de los demás, tío! Escribas y Fariseos del siglo XXI.

Así y todo siempre hay quien reiteradamente planta la muleta, esperando la embestida que en otras ocasiones no ha conseguido; pero esta, la muleta, “retrasada y fuera de cacho”, no llega a alcanzar su cerebro, propio de un “torero vulgar”; él que considera “manso” pueda dar un arreón, y en estos casos………… la cogida puede ser mortal de necesidad.

Digo esto por darme la impresión de haber personas que desean ser únicas, exclusivas o estar en posesión de toda la verdad. No perdonan y a la mínima de cambio, equivocados, malinterpretando o por otros motivos que ya voy comprendiendo………,
arremeten a diestro y siniestro como si de un “manso pregonao” se tratara, esa es al menos mi apreciación.

Por ningún motivo, al menos hasta la presente y mientras haya personas como usted Antonio Coronado, Enrique Martín, José María Marín, José Luís Bautista, Agustín Hervás o José Olid entre otros muchos; voy a dejar de escribir, colaborar donde sea solicitado o clausurar mi blog.

Mucho menos voy a negar el saludo y mi amistad a la “gente del toro”, díganse novilleros, matadores e incluso algún “hombre de plata” que en varias ocasiones ha “arremetido” intentando ridiculizar a un todo o parte del colectivo en el que me siento integrado. De todo se aprende, incluso de lo que acertada o equivocadamente se pueda considerar una mala crítica, pero eso sí, siempre y cuando se haga con respeto y dejando a las madres, “putas o no” a un lado; “los cuernos” en el ruedo, que ahí es donde deben reinar, en las cabezas de quienes corresponde; pero por desgracia………. ¡qué poquitas veces vemos al “Rey de la Fiesta” lucir una corona a la que no hayan “limado” parte de su oro.

Nadie, digo nadie, ni tan siquiera dentro de lo que es mi “modus-vivendi” -y ya estoy a punto de cumplir con mis obligaciones profesionales- me ha coaccionado, faltado el respeto o actuado de forma “fascista y dictadora” privándome de mi libertad, como hay quien lo está intentando fuera del mismo, aunque no por ello signifique que pueda estar dentro.

La Libertad se gana; y la mía no me la ha regalado ningún cargo, ni ningún mercader del taurineo, más que nada al estar obligado a ser prudente sin debilidad, firme sin violencia y político sin bajeza.

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