Vitorinos se anunciaban en la provincia de Jaén,
concretamente en la ciudad de Úbeda. Por
tercera vez, esta ganadería lidia en esta provincia, por los años sesenta y
algunos (no sé exactamente en qué año), fueron lidiados en Linares, en el año 2010 en Baeza y el 31 de
Septiembre del 2012 estos por tercera vez, y como bien hago mención, en Úbeda.
Fueron seis toros, todos ellos cárdenos, de una morfología
como siempre ha denominado a este encaste de Albaserrada, bajo, con unas
hechuras rematadas tanto por delante como por atrás, largos, con mucho cuello,
hocico de rata, más bien terciados, con una papada al igual que enmorrillados,
lo justo, y con muy poquita cara
(pitones).
En una tarde esplendida después de unas agradecidas lluvias
en los días anteriores a este, pudimos los asistentes ver este encaste junto a
dos toreros que ya conocen de sobra a esta ganadería, y otro torero local, que
a pesar que en alguna ocasión apunto la falta de estar a falta de rodaje, nos
deleito en su primero de la tarde, con unos naturales que el coso de San
Nicasio, vibro por momentos.
Rafaelillo le toco en su primero de suerte, un toro demasiado
avispado (más de la cuenta), se desplazo por el pitón derecho en el capote,
para quedársele parado en muleta y medirle la distancia en cada momento a
diestro. En su segundo, otro artista, le
doblaba la cara en cada pase al diestro por ambos pitones, teniendo Rafaelillo
que someterlo y doblarse con él en su encuentro con el capote, con la muleta,
tan solo no valió, lo poco que hizo el diestro fue machetearlo y poder
matarlo. En definitiva y resumiendo,
Rafaelillo en esta tarde le toco bailar con las más fea, o mejor dicho, “le
toco el peor lote” sin apenas posibilidades para el triunfo.
Antonio Ferrera, anduvo muy suelto, hábil y con muchas ganas
en sus dos oponentes. En su primero de
la tarde, le dio el cornúpeta de que torear al diestro, un toro más bien
apuntando a tablas y rajarse en todo momento, Ferrera lo entendió a la
perfección, por el pitón izquierdo, le arranca los muletazos con mucho dominio,
y por el derecho el torero se los arrancaba a un animal que solo le buscaba los
tobillos, el toro en ningún momento dejo de saber donde se situaba el
torero. El segundo de Ferrera y de
nombre “Melenudo con el numero 100”, a este se le indulto. Como siempre y en todas las preferencias que
se le concede la vida a un animal, hay polémicas. Melenudo, lo hizo todo por
abajo, cumplió en el caballo aunque bien cierto que su matador no quiso meterlo
más en el de picar, pero de meterlo, este hubiese aguantado de sobra otro puyazo. Un toro que fue a más, con una embestida
larga y con el hocico por el suelo, sin dejar nunca el toro de ser tonto,
porque en dos ocasiones Ferrera se dejo ver y este animal, no le
perdonaba. El torero se hizo cargo de
toda la faena del toro, lo pico, le administro una verónicas muy ceñidas, se lo
coloco en suerte para banderillearlo, lo rehiletero y como muy normal, lo supo
torear largo, por abajo y ligado. Bajo
el punto de vista de este bloguero que os informa, un indulto muy bien dado y
concedido, aun, y a pesar de la falta de cara del animal. Su condición de ser en su comportamiento,
“Superior” y mas para uno de saltillo.
La plaza empezó a despertarse con las verónicas a pies juntos
de Juan Antonio Millán, “Carnicerito de Úbeda”.
Un toro con ritmo en sus embestidas y mucha clase, aun siempre sabiendo
el diestro que lo que tenía delante, siempre era un Vitorino. El diestro se acoplo desde el principio con
el cornúpeta, supo que su mejor pitón era el izquierdo. Como “Rujia la plaza”, no era para menos,
Carnicerito lo estaba bordando, con un Vitorino y a sabiendas de todo el
público, que este torero a toreado en sus dos o tres últimas temporadas muy
poco. ¡Qué tres tandas le dio el torero
a este toro por el pitón izquierdo!, cadencia, despaciosidad, mano baja, toreando
con la cintura, cargando la suerte, templando y como no, “mandando con su
muñeca a este cárdeno y bonito toro de Vitorino”. Todo y tanto embrujo, para
quedar en aguas de borrajas con una malograda y maldita espada, aunque, está
tres tandas de muletazos, quedaran en el recuerdo de sus paisanos y los que
tuvimos la oportunidad de asistir a esta corrida de toros. En su segundo, un toro muy parado desde su
salida, observon, le punteaba en las embestida, le costaba un mundo dar un paso
hacia delante. En definitiva un toro que
anduvo en plan de defensa más que de intentar al menos atacar, con la espada
Carnicerito, volvió otra vez mas al maltrecho lance de su primero.
Rafaelillo, una ovación en cada oponente, Antonio Ferrera,
oreja y dos orejas y rabo simbólicos, Carnicerito de Úbeda, lo que pudieron ser
dos merecidas orejas quedo en, ovación y aplausos de reconocimiento. Tres cuartos de plaza, aunque si hay que
puntualizar, que como ya se viene observando en algunos cosos Españoles, la
sombra queda con algunos huecos más de la cuenta huérfanos, y en el sol, casi
cubierto. Una muestra más de que la
situación por la que estamos abordando económicamente no es para nada buena, más
bien, preocupante. Para otros años,
deberíamos todos (Empresarios, Toreros, Propietarios de las Plazas de Toros,
Ganaderos, Apoderados, etc) poner un
poquito más de la parte que a veces mas duele y cuesta conseguir, “la
económica”. Un ajuste económico a la
fiesta o esto, le queda el telediario de medio día y quizás ni llega al de la
tarde noche.
4 comentarios:
Muy buenas maneras y toreo cercano el de Carnicerito de Ubeda.
Por principios, no soy partidario del Indulto. La Gloria del Toro debe estar en la arena y con su muerte. No obstante y de forma excepcional la miro sin desagrados para un Toro que sea completo en todos los tercios -imprescindible la fuerza- y que sea de provecho como semental. "Melenudo" con su cuerna de deshecho -ese acucharado es un suplicio para Don Victorino- no va a padrear; Victorino hijo se negó a solicitarlo, a lo que finalmente, debió acceder por la presión.
Muy bueno el reportaje fotográfico.
Saludos de Gil de O.
Antonio la corrida de Victorinos en Linares fue en el año 1978.
El cartel inicial estaba formado por el recordado Miguel Márquez, Francisco Ruiz Miguel y Paco Bautista, por motivos de un percance se sustituye a Ruiz Miguel por Fermín Espinosa “Armillita” y finalmente al no poder actuar este se anunció a Luís Francisco Esplá, el cual a raíz del éxito alcanzado ha sido uno de los Toreros de la Casa Victorino. Las cabezas de los dos Toros que estoqueó el Matador de Toros Paco Bautista, una se encuentra en casa del propio torero y la otra se puede admirar en el Museo Taurino de Antequera.
Espero haya servido la información ya que se trata de nuestra tierra.
Enhorabuena por la crónica y ahora estoy seguro que has disfrutado. Un saludo.
Usted dice cosas q yo y mucha gente no compartimos, el toro nace para morir en la plaza o para ganarse la vida dentro de ella. Un toro con codicia, fuerza, con un buen son y mucho gusto a la hora de coger el capote y la muleta se merece q su vida continue en el campo padreando, para su informacion el ganadero ha informado q su falta de cuerna sera subsanada con un lote de vacas con mas cara. Pero donde yo queria ir es. Un animal no merece gnarse la vida en la plaza, donde se la gana? Por q el toro bravo se intenta sacar de un buen semental y un buen lote de vacas.un saludo.
Pedro bustos
Publicar un comentario